Las cuatro marcas que no disfrutan de las concesiones, es decir, Honda, Ducati, Yamaha y Suzuki, deberán detener el desarrollo y homologarlas antes del 25 de marzo: Ezpeleta les informó el viernes.
El Circo de las cuatro ruedas ha adelantado las vacaciones de verano, que requieren una parada para trabajar, a los meses de marzo y abril. El circo de dos ruedas ha puesto a todos en igualdad de condiciones, provocando la congelación de los motores y la aerodinámica a partir del 25 de marzo.
Según el reglamento, los fabricantes que no disfrutan de las concesiones deben homologar los motores y la primera aerodinámica en la primera carrera de la temporada, pero esto todavía no ha sido posible, dada la cancelación del Gran Premio de Qatar y los posteriores aplazamientos de Tailandia, los Estados Unidos y la Argentina.
Hace unos días, Gigi Dall’Igna ya había planteado la duda de que esto pudiera ser una ventaja para los fabricantes japoneses, que tenían menos restricciones de trabajo que Ducati y Aprilia, que en cambio tenían que hacer frente al endurecimiento impuesto por el gobierno italiano debido a la pandemia del Coronavirus.
Para ello, el viernes por la tarde hubo una conferencia telefónica en la que Carmelo Ezpeleta anunció la directiva introducida por el director técnico Danny Aldridge para imponer la congelación de los motores y la aerodinámica a partir del 25 de marzo para los cuatro fabricantes que no tienen las concesiones, a saber, Honda, Ducati, Yamaha y Suzuki (Aprilia y KTM pueden desarrollarse durante la temporada).
Una elección correcta según el director general de Ducati Corse: «Creo que es una decisión muy acertada. Aquí en Italia no podemos trabajar, mientras que en Japón lo están haciendo. Fue una cosa de sentido común, no se necesitó mucho para llegar allí, para evitar crear una brecha demasiado grande», confirmó Dall’Igna a la Gazzetta dello Sport.
«Con lo que está sucediendo ahora mismo en nuestro mundo, Honda ha sido sin duda la que más se ha beneficiado. Eran los más problemáticos y también los únicos que no habían renunciado a la prueba de Jerez antes de la parada de las autoridades españolas».
«En Qatar no congelaron los motores porque, al no estar presentes, no fue posible entregar los maniquíes, pero esta es la solución más lógica. Dos semanas entonces es un tiempo ilimitado, no espero que los rivales hayan hecho quién sabe qué progreso», concluyó.
