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Así es, tuvieron que pasar treinta y seis años para que el circuito de Zandvoort volviera a recibir a la máxima categoría. Y nosotros, después de la pausa de verano y del fiasco que resultó Spa-Francorchamps, tuvimos que esperar cinco largas semanas para ver de nuevo, por fin, las luces apagarse. Pero la espera valió la pena. Del bosque a la playa, el día de hoy hasta el clima puso su granito de arena. A mediados de semana parecía casi un hecho que se correría con agua o al menos sobre una pista mojada, pero no fue así. La lluvia, protagonista indiscutible en el pasado Gran Premio “sin carrera”, decidió esta vez faltar a la cita. No sé ustedes, pero yo se lo agradezco, la “fiesta naranja” no hubiera sido igual de llamativa bajo un cielo gris y tormentoso.

Esta es la primera carrera que veo en el circuito de Zandvoort. Una pista de la vieja escuela, cuyas remodelaciones le han conferido algunos tintes modernos, con hermosas y desafiantes curvas peraltadas y que me hace sentir emociones encontradas; tal vez, si fuera un poquitito menos estrecha, me parecería ideal. Todos los pilotos estuvieron de acuerdo en que el circuito es magnífico y lo disfrutaron como niños con juguete nuevo. Y si a ellos les gusta, lo demás sale sobrando.

Por cierto, el regreso de Zandvoort al calendario de la Fórmula 1 se había planeado originalmente para el año pasado. Pero los organizadores desistieron pues la contingencia sanitaria hubiera obligado a tener una carrera a puerta cerrada, algo que no les parecía atractivo. Como ellos mismos dijeron, esperamos 35 años, podemos esperar uno más y, ¿saben? ¡Vaya que tuvieron razón! Carrera, sol, gradas abarrotadas; hoy la mesa estaba puesta para disfrutar de un gran domingo teniendo a Max como indiscutible protagonista. Desde el viernes, la marea naranja convirtió a este Gran Premio en una verdadera fiesta.

A pesar del desfile de banderas rojas que tuvimos en las prácticas y en la calificación, y contra casi todos los pronósticos, la carrera de hoy fue limpia de principio a fin, salvo por un medio trompo de Vettel que afortunadamente no pasó a mayores, pues quedó varado peligrosamente a media curva justo por delante del Mercedes de Bottas. Es cierto que hubo algunos abandonos, pero lograron llegar a su box por medios propios. Fuera de eso, no tuvimos ni siquiera una bandera amarilla.

ZANDVOORT, NETHERLANDS - SEPTEMBER 04: Pole position qualifier Max Verstappen of Netherlands and Red Bull Racing celebrates in parc ferme during qualifying ahead of the F1 Grand Prix of The Netherlands at Circuit Zandvoort on September 04, 2021 in Zandvoort, Netherlands. (Photo by Francisco Seco - Pool/Getty Images) // Getty Images / Red Bull Content Pool  // SI202109040636 // Usage for editorial use only //

Una carrera marcada por el dominio de Max Verstappen de principio a fin, luciéndose ante su gente, con un par de Mercedes al acecho que ni haciendo juego de equipo por momentos pudieron arrebatarle el triunfo. Al final, entre algo de confusión, vimos a Bottas y a Hamilton en lo que parecía ser una disputa por el punto de vuelta rápida, ¿veremos acaso a un Bottas más agresivo y polémico ahora que su salida de Mercedes es, al parecer, casi un hecho? De ser así, sería por demás interesante y benéfico, tal vez, para las aspiraciones de Red Bull. Y para el espectáculo, claro. Divide y vencerás, dicen por ahí. Buena carrera para Ferrari, puntuando con sus dos autos. No tan buen resultado para McLaren, aunque esta vez Ricciardo logró mantenerse justo por detrás de su compañero, lo cual representa un pequeño logro para él. Alpine puntúa también con sus dos autos. Y hablando de Alpine, Fernando Alonso, logró ganar dos posiciones en la primera vuelta incluido un interesante duelo con su equipero, Ocon. Por cierto, y como dato interesante y curioso, los tres hispanohablantes de la parrilla, Alonso, Sainz y Checo, terminaron juntos este gran premio, en las posiciones 6, 7 y 8 respectivamente.

Red Bull, tratando de sacar provecho de una desafortunada clasificación, decidió hacer cambio de motor en el auto de Checo Pérez, quien inició desde pits. Pensando seguramente en una estrategia a una sola parada, salió con neumáticos blancos. Desgraciadamente, el incidente con Mazepin, en el intento al límite de sobrepaso provocó que entrara a pits antes de lo previsto, pues después del duro bloqueo que se vio obligado a hacer castigó severamente su neumático delantero derecho, lo cual le iba a impedir seguir en la contienda por más tiempo, debido a las vibraciones. Así que, en la vuelta nueve, y ahora con neumáticos amarillos, tuvo que empezar a remar… de nuevo. Después de un segundo cambio de neumáticos, a rojos esta vez, pudo seguir avanzando y ganar posiciones. La lucha con Norris, que se está volviendo todo un clásico esta temporada, nos volvió a tener (al menos a mí) al filo del asiento, pues no quería ver repetirse la escena de Austria. Como el mismo Norris dijo después en una entrevista cuando lo cuestionaron al respecto, no está aquí para hacerle la vida fácil a nadie, y eso nos queda más que claro. Finalmente, hubo un ligero toque, sin mayores consecuencias, pero tal vez ese roce en el lateral de Checo le impidió terminar más adelante en las posiciones. ¿Movimiento limpio de Norris? Yo sólo diré que este duelo nos dará todavía muchas emociones en las carreras por venir. Regresando a Checo, en un circuito en el que no es nada sencillo rebasar, iniciar en pits y terminar octavo, con más de 10 adelantamientos en el bolsillo, lo convirtieron en el piloto del día: “Lo di todo, cada uno de los adelantamientos lo fue al límite y tuve que correr muchos riesgos”.  Tuvo un gran domingo, se mostró fuerte en carrera y, no me queda la menor duda, pocos como él para remontar. Tal vez justo esto le caerá de maravilla, este ligero empujón, volver a lo que sabe hacer mejor, una espectacular remontada, para aumentar esa confianza y garra que sabemos tiene y lograr, de aquí en adelante, mejores sábados para poder trabajar en equipo con Max.

¿Con qué me quedo? Con el desparpajo de Max apropiándose de un Gran Premio que hasta antes de este fin de semana era suyo solamente en el papel, pero ahora lo es por méritos propios con su gran triunfo. Las imágenes de hoy quedarán grabadas en nuestra mente por mucho tiempo, los fuegos artificiales, las bombas de humo y los cánticos, la marea naranja aclamando a su piloto de casa en todas y cada una de las 72 vueltas de la carrera hacen que se le erice la piel a cualquiera.

¿Me quedo con algo más? ¡Sí! Con el team radio de Checo después del adelantamiento a Ricciardo, ese es el espíritu que amo ver en él, y en todo piloto que quiere más; ese empuje y determinación que lo han caracterizado a lo largo de su carrera.

Del Never give up llega al…  Let’s go, who’s next?

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