El joven piloto alemán se centra únicamente en la pista y quiere convencer en su temporada de debut
El día que hay que marcar con un círculo rojo en el calendario es el 28 de marzo. En Bahréin, con motivo del primer GP de la nueva temporada, el apellido Schumacher volverá a competir en la Fórmula 1 ocho años y medio después de la última carrera disputada por Michael, en noviembre de 2012 en Brasil.
El hijo del siete veces campeón del mundo, Mick Schumacher, estará en la pista compitiendo en eñ mejor campeonato del mundo de automovilismo.
El joven piloto alemán, vigente campeón de la F2 y criado en la misma academia ferrarista que forjó a Charles Leclerc, tendrá un difícil debut en uno de los coches menos competitivos de la parrilla, el Haas.
Inevitablemente, sin embargo, a pesar de que su lucha será probablemente en la parte trasera de la parrilla, se le prestará mucha atención. Con un perfil bajo y muchas ganas de trabajar, Schumacher hace tiempo que aprendió a convivir con la fama de su ilustre progenitor.
En una entrevista con el diario La Stampa, el joven talento de la escudería estadounidense parecía dispuesto a afrontar todas las dificultades dentro y fuera de la pista que la Fórmula 1 conlleva inevitablemente.
«¿El apellido es una carga? No. No me importan las comparaciones. Si te tomas las críticas de forma negativa no es bueno. Si las aceptas, si vienen de personas que se preocupan por ti, entonces puedes convertir lo negativo en positivo. Eso es lo que hago», explicó.
Inevitablemente, como parte de la Academia del Cavallino Rampante, piensa en cuál puede ser su futuro: «Estoy muy contento de estar en Haas. Va a ser mi debut y me gustaría terminar la temporada de la mejor manera posible, luego veremos lo que me depara el futuro».
«Ahora todo es imprevisible, pero no lo voy a negar: sería un sueño conducir un Ferrari como lo hizo mi padre en el pasado», admitió el alemán.
Pero el enfoque de Schumacher es claro: la pista y nada más. Con un fuerte enfoque en la defensa de su vida privada y sin la intención de ‘abarcar’ otros temas, tras responder: «sin comentarios».
