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La gran cantidad de pilotos de pago ha generado malestar en las audiencias de la Fórmula Uno, ¿cuáles son los mayores casos de pay drivers? Te contamos a continuación

No es un secreto que la Fórmula Uno es una de las categorías del automovilismo donde contar con un buen presupuesto te ayuda a ser protagonista, puesto que, en muchas ocasiones el talento no basta para ocupar el asiento de un monoplaza y poder competir.

Hoy queremos contarles sobre los famosos “pay driversaquellos pilotos que se han ganado un asiento no solo por su talento, sino por la cantidad de dinero que le pueden aportar a un equipo, ya sea por el apoyo económico de un patrocinador o en algunos casos por el capital familiar.

El tema de los pay drivers volvió a sonar fuerte esta temporada puesto que, según el informe del portal web Sport Business Journal, pilotos como Sergio Pérez han aportado más de 50 millones dólares en patrocinios que le permitieron competir en la máxima categoría. Este dinero llegó gracias al auspicio de empresas como Telmex, Claro, Infinitum y Telcel. Sin duda, una cantidad nada despreciable en una época donde los equipos necesitan capital para invertir en tecnología y como consecuencia ser competitivos.

Ahora bien, Pérez no es el único caso y, siendo sinceros, desde hace una década atrás hemos notado pilotos que por falta de rendimiento ni siquiera deberían estar en máxima categoría. Esto se traduce en que, este sistema de pilotos de pago no es nuevo, de hecho, un caso de la parrilla actual es el canadiense Lance Stroll de Racing Point, aunque tiene la habilidad de pilotar un Fórmula 1, el joven piloto compite gracias al dinero que ha depositado su padre Lawrence, dueño de Tommy Hilfiger y Michael Kors, para que esté en la máxima categoría.

Otro caso es Pastor Maldonado, quien llegó a la categoría reina con el apoyo del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que a través del patrocinio de la petrolera estatal PDVSA aportada año tras año sumas importantes de dinero. Eso sí, en Venezuela la versión oficial decía que Maldonado era parte de un plan de deportistas de alto rendimiento apoyado por el estado. Según información de Black Book F1, el gobierno de Venezuela pagó 40 millones de dólares por la trayectoria de Maldonado en F1.

Este negocio de las escuderías es muy rentable, tanto así que los patrocinadores no pueden dejar de aportar dinero, caso contrario los pilotos saldrían expulsados inmediatamente del equipo. Este es el caso de Christian Albers, que dejó la Fórmula 1 antes de finalizar la temporada 2007, pero no por sus pésimos resultados, sino porque el patrocinador dejó de aportar dinero. Otro caso que nunca pasó desapercibido es el de Pedro Martínez de la Rosa, quien fue amenazado con ser expulsado de Arrows si Repsol, su patrocinador, no ponía más dinero.

Aunque no todo es negatividad un caso de pay driver que pocos conocen es el del mismísimo Michael Schumacher, una de las leyendas de la categoría que comenzó su carrera pagando un asiento. El Kaiser llegó a la Fórmula Uno, teniendo el apoyo económico de Mercedes, ya que el alemán formaba parte del programa de jóvenes pilotos de la marca germana. Este asiento que compró para una sola carrera en Jordan por 150.000 dólares le sirvió para que Briatore le llamara para correr en Benetton, después dos títulos mundiales la historia ya la conocemos.

Los pay drivers son el negocio actual y seguramente futuro de las escuderías de F1. El caso más reciente y que desde hace unas semanas se conoce es el de Nikita Mazepin, un joven piloto ruso que aparentemente formaría parte de la parrilla 2021; esto gracias al apoyo económico de su padre quien presuntamente adquirió un asiento del equipo Hass para su hijo.

Tal vez no podremos nunca imaginar la cantidad de pilotos talentosos que no llegaron a Fórmula Uno por falta de presupuesto económico, de momento solo nos queda seguir disfrutando de este deporte que nos emociona y, esperar que los futuros resultados separen el trigo de la cizaña, dejando claro quien tiene madera de campeón. 

Cascos de los pilotos/F1

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