Para Lammers, el hecho de que Red Bull desarrolló el motor Honda, tiene sus ventajas. No tendrá la presión que tiene el propio fabricante
La partida de Honda a fines de esta temporada deja a Red Bull con la difícil tarea de conseguir una solución para su planta motriz. En Milton Keynes han pensado como solución la posibilidad de seguir ellos trabajando con el motor japonés.
Para que esto sea viable necesitan la congelación del desarrollo del motor, algo que se decidirá la semana próxima. Si bien esto puede verse como un problema para el equipo austríaco, se puede sacar aspectos positivos.
Así lo ve el promotor del GP de Holanda y ex piloto de F1, Jan Lammers, que en diálogo con el sitio web Racingnews365 planteó los beneficios que Red Bull puede tener al desarrollar ellos el motor japonés.
«Si Red Bull se hace cargo de la fábrica y los costos de funcionamiento, junto con la fuerza laboral, entonces se vuelve interesante para ambas partes», comentó Lammers.
«Honda prácticamente no incurrirá en costes y seguirá estando en contacto con las novedades de la Fórmula 1», Honda volvió al deporte en 2015 con el proyecto fallido de McLaren.
«Si tiene las mismas habilidades y el mismo presupuesto, a veces es una ventaja ser una organización privada. Un constructor es a menudo mucho menos flexible, es mucho más voluminoso.»
«Como productor también tienes que lidiar con cierta «moralidad». Temas como sostenibilidad, seguridad e imagen de empresa», para Lammers Red Bull no tendrá la misma presión que el fabricante japonés.
«La marca, por ejemplo, a menudo pueden asumir muchos menos riesgos en términos de fiabilidad. No creo que haya sucedido sin una razón que Renault, que tuvo problemas en términos de confiabilidad, ahora continúa como Alpine”, concluyó Lammers.
