El jefe de Red Bull Christian Horner dice que los jefes de la Fórmula 1 consideraron poner el paddock en "cierre" para tratar de continuar con el Gran Premio de Australia, pero el movimiento no obtuvo el apoyo de los equipos.
Después de que un miembro del equipo McLaren contrajera coronavirus, su equipo de Woking se retiró del inicio de la temporada en Melbourne.
Ese movimiento provocó conversaciones nocturnas el jueves con los otros nueve equipos, además de los jefes de la F1 y la FIA, para discutir los próximos pasos.
Acerca de esas discusiones, Horner dijo que estaba a favor de seguir adelante bajo ciertas circunstancias, que incluían un evento cerrado a cualquiera que no fuera personal de la F1.
«Obviamente discutimos los diferentes escenarios», dijo. «Hubo una discusión sobre el cierre del paddock y la adopción de más precauciones. La autoridad sanitaria y la FIA estaban de acuerdo en continuar, si la mayoría de los equipos estaban de acuerdo. Pero desafortunadamente eso no sucedió.»
La idea de continuar corriendo el viernes para permitir una evaluación más profunda de la situación no obtuvo el apoyo de la mayoría, lo que llevó a la F1 a hacer la llamada para cancelar la carrera.
Horner está claro que estaba dispuesto a intentar seguir con el fin de semana, y dijo que era «frustrante» que los asuntos se hubieran quitado de las manos de su equipo.
«Obviamente es muy decepcionante no estar corriendo», dijo. «Pero tenemos que considerar la salud de nuestro personal y, al final del día, la FIA y el promotor han decidido cancelar el evento. Es frustrante».
El director general de la F1, Ross Brawn, que participó en las discusiones del equipo y se entiende que favoreció el intento de continuar con el evento, dijo que el deporte se vio afectado por la rapidez con que creció la pandemia del coronavirus.
«La Fórmula 1 tiene que funcionar, tenemos que hacer que funcione, a si que analizamos toda la situación y cuando decidimos ir, analizamos las diferentes dinámicas», dijo al sitio web oficial de la F1.
«Probablemente lo que ha sorprendido a todos es la rápida expansión de este problema. La escalada de nuevos casos, ciertamente en países como Italia, donde se ha ido casi vertical. Nadie podría haber esperado eso.
«He hablado con Mattia Binotto muchas veces en las últimas semanas, su estado de ánimo cambió en los últimos cinco o siete días, de lo que estaba viendo en Italia. Así que estábamos en este barco que navegaba y éramos optimistas de que podríamos superarlo, de que podríamos arrancar la Fórmula 1 y aportar un poco de alivio en los momentos difíciles.»
«Una vez que tuvimos el caso positivo, una vez que un equipo no pudo competir debido a eso, claramente tuvimos un problema que necesitábamos abordar».
