El jefe de Red Bull, Christian Horner, destacó el papel de la ingeniera principal de estrategia de la escudería austriaca, Hannah Schmitz. Además, ella dio detalles sobre cómo trabaja con su equipo
Red Bull tuvo una temporada dura en 2021 en la que finalmente logró hacerse con el mundial de pilotos junto a Max Verstappen. Para conseguir acabar con el dominio de Mercedes después de tantos años en los que habían conseguido los títulos de pilotos desde 2014.
Para lograr este hito ha sido necesario que todo funcionara adecuadamente, por lo que las personas fuera del primer plano de la escudería son una parte esencial del éxito. Esto es algo que le gusta destacar al jefe de Red Bull, Christian Horner.
El máximo dirigente del equipo de la marca de la bebida energética habló en una entrevista publicada para el blog de Oracle Connect destacó el papel de la ingeniera principal de estrategia de Red Bull, Hannah Schmitz, cuyo papel principal es aconsejar cuándo deben parar Sergio Pérez y Max Verstappen y qué compuesto es mejor utilizar.
La ingeniera ya se hizo conocida en el Gran Premio de Brasil de 2019 cuando subió al podio tras su decisión estratégica que les dio la victoria frente a Lewis Hamilton, por eso Horner destaca su rol en todos estos años: «Es un papel clave, sentarse a pie de pista en el muro de boxes, utilizar todos los datos y la información para tomar decisiones sobre la estrategia de carrera. Ese papel es el eje central«.
Por su parte, la Schmidt comentó cómo trabajan dentro de su equipo preparando con mucha antelación las estrategias de un fin de semana de competición, sabiendo el papel también de Oracle Cloud Infraestructure, planteando todo tipo de estrategias que podrían surgir ante diferentes variables, gracias a carreras previas. Y según van avanzando el fin de semana, actualizan sus previsiones.
«Los datos entran en cada decisión que tomamos. Antes incluso de llegar a la pista, nuestras simulaciones tendrán lo que esperamos que hagan los neumáticos, lo que creemos que serán los adelantamientos en esa pista y todos los ritmos que esperamos de nuestros competidores y de nosotros.»
«Y luego, cuando estamos en la pista, podemos utilizar los datos para estimar mejor todas esas variables. Básicamente, estamos utilizando constantemente los datos y refinando esos modelos», comentaba la ingeniera, ampliando por ejemplo el ejemplo de Mónaco.
«La simulación de Montecarlo [Mónaco] es básicamente una forma de utilizar la aleatoriedad para resolver un problema. Podemos obtener gráficos que nos muestren la puntuación esperada en función de determinadas estrategias.»
«Y se obtienen unas bonitas curvas, y se puede ver dónde está el pico de esos puntos. Y eso nos ayuda a decidir cuántas paradas vamos a hacer, y qué neumáticos vamos a montar, y en qué vueltas podríamos pensar en entrar en boxes», concluyó Hannah Schmidt.
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