El piloto británico se ha mostrado de nuevo preocupado por la desigualdad que existe en el mundo
Recientemente, Lewis Hamilton criticó a la Iglesia Católica después de que hayan decidido no bendecir a parejas del mismo sexo. Pero el británico siempre se ha mostrado preocupado por la sociedad y trata de luchar cada día por conseguir un mundo mejor.
Hamilton ha apoyado de manera pública el movimiento Black Lives Matter, comprometiéndose contra la desigualdad tanto dentro de la Fórmula 1 como fuera y el británico ha sido cara visible en alguna manifestación pública, además de un impulsor de la ceremonia de arrodillarse antes de cada carrera.
Sobre esta última ceremonia, el británico habló durante la rueda de prensa, comentando que es muy importante para él: «Seguiré arrodillándome y si los jóvenes se arrodillan, preguntarán a sus padres o profesores por qué se arrodillan. Es un tema incómodo, pero los padres se educarán».
Con este sencillo gesto, Lewis quiere mostrar a la comunidad negra su apoyo: «Me sentí empoderado al no estar callado como algunos quieren que estés. Los derechos humanos no deberían ser políticos. Todo el mundo merece la igualdad de derechos».
El británico también fue preguntado sobre que haría si le concedieran tres deseos: «Yo mismo ya tengo todo lo que quiero, pero luego quiero la igualdad, que no haya hambre y en tercer lugar… salvar el mundo de alguna manera».
Además, Lewis también espera que la F1 siga apoyando estas causas, aunque el británico ha confesado que también ha actuado por su cuenta: «Con la Fórmula 1 visitamos todo tipo de culturas maravillosas.»
«La F1 debe hacer algo más que venir, pasar un buen rato y marcharse de nuevo. He hablado con el embajador británico aquí y con funcionarios bareníes. Lo correcto es hablar en privado», finalizó Lewis.
