Ferrari ha dejado clara su posición ante una posible congelación de motores de cara a la temporada de 2022, idea que está siendo impulsada por Red Bull.
La decisión de Honda, de abandonar la máxima categoría del automovilismo tras la temporada de 2021 ha traído consigo movimientos también en el mercado de motores, e incluso ideas, como la de Red Bull con el objetivo de que la marca nipona se haga cargo de su programa de motor e incluso instalaciones, hasta 2026, que será cuando entren las nuevas reglas en juego.
Sin embargo, para que Red Bull se salga con la suya con su plan ideado, el equipo necesita buscar un consenso entre todos los equipos sobre una hipotética congelación de motores hasta el año 2026 puesto que los Milton Keynes no pueden permitirse el enorme gasto de mejorar su rendimiento ante fabricantes como Mercedes y Ferrari.
Dicha hipotética ídea de Red Bull necesitaría un apoyo pleno de todos los equipos, sobre todo de Ferrari, con el que mantiene un veto técnico sobre las reglas como parte del nuevo Acuerdo del Concorde de la F1.
Tras los rumores de dicha idea que rondan por el paddock, Mattia Binotto, director de la Scuderia, se ha mantenido al margen de posicionar al equipo italiano al respecto, lo que sí ha hecho Louis Camilleri, director general de Ferrari, quien ha descartado por completo dicha idea.
Para Louis hay otros factores que influirán en la posible negación de los demás equipos, como puede ser la presión que ejerce la FIA para un mayor uso de biocombustibles en los próximos años. Dicha presión haría imposible una congelación de motores, debido al alto grado de implicación con el uso de dicho combustible.
En declaraciones a la Gazzetta dello Sport, declaró: «Estamos firmemente en contra hipotética congelación de motores, además de atentar en contra del ADN de la F1. Además, sería conveniente destacar que las normas actuales prevén una congelación prevista para 2023. Y debemos añadir los planes de la FIA, que compromete al deporte y su desarrollo con el medio ambiente, con el uso de biocombustibles.
«A partir de 2022, la normativa prevé la introducción de un combustible con un contenido de etanol del 10%, con vista de un incremento gradual con el paso de los años hasta llegar al 100% lo antes posible, no demorándose mucho más de 2 años. Este desarrollo y evolución implica inevitablemente el desarrollo de algunos componentes del motor. Es un tema muy complicado, y estamos hablando activamente de ello con todas las partes involucradas».
Tras la decisión de Honda, algunos críticos han visto en ello una posible señal de advertencia por parte de la marca nipona de que el deporte necesita cambiar de dirección en los temas de motores, o arriesgarse a que otros fabricantes sigan el camino de Honda. En cambio, Camilleri no lo veo igual.
«Dudo mucho que se vayan más fabricantes, pero si es posible que dicha salida acelere la necesidad de definir el futuro de las unidade de potencia de cara los próximos año. Nosotros, y con esto me refiero a la FIA, Liberty Media y los fabricantes de motores, tenemos que sentirnos responsable en el tema y equilibrar adecuadamente sus respectivos objetivos, a veces conflictivos, en términos de innovación, sostenibilidad ambiental y coste.
«Dichos términos han sido ignorados con demasiada frecuencia en los últimos años, llegando a veces a puntos insostenibles. Por tanto, está en nuestra mano el poder asegurarnos de que el suministro y el desarrollo de un motor sea un negocio económicamente atractivo».
A principio de la actual semana hubo una reunión de los equipos de F1 para comenzar las discusiones sobre cómo deberían ser las reglas del motor de la F1 a largo plazo, intentando llevar la fabricación de dichos motores a un concepto híbrido más barato y menos complejo técnicamente.
