Daniil Kvyat recuerda las llamadas difíciles de Helmut Marko en su adolescencia, pero la presión lo hizo mejor. Marko le dio la opción...
Daniil Kvyat sabe muy bien lo que es perder el favor de Helmut Marko y ser expulsado. En 2016, el ruso fue degradado de nuevo a Toro Rosso después de una actuación mixta en Red Bull, y en 2017 incluso fue expulsado completamente del equipo y por lo tanto de la Fórmula 1. Pero Kvyat ya estaba acostumbrado a la presión de Marko por sus años de experiencia.
Incluso a una edad temprana, el asesor de deportes de motor de Red Bull Kvyat siempre había puesto la pistola en el pecho de Kvyat: «A veces me llamaba y me decía: ‘Si no mejoras en la próxima carrera, estarás fuera de la carrera'», recuerda el piloto de AlphaTauri en el podcast ‘Beyond The Grid’. «Recibí llamadas como esa cuando tenía 15 años.»
Marko a menudo ni siquiera esperaba una respuesta, sino que simplemente colgaba el teléfono. «Y entonces estaba solo. Pero luego mejoré mucho en la siguiente carrera y él dijo: ‘Bien, adelante'», dice Kvyat. «Básicamente, fue así toda mi carrera. En algún momento se convertirá en algo normal para ti».
En retrospectiva, creo que eso lo hizo mejor. Cuando hoy habla de la presión, no es de forma negativa, sino positiva. «Me dio esta resistencia mental». Así que creo que está soportando muy bien la presión hoy.
También tiene una comprensión de la forma en que funcionan las cosas: Red Bull ha invertido en su carrera y por lo tanto espera algo a cambio. Además, Marko a menudo le daba a los conductores de Red Bull la opción de elegir. «Siempre nos hablaba. Aunque éramos adolescentes en ese momento, me pidió mi opinión».
Marko le dio a Kvyat la opción de elegir en qué campeonato quería participar. Antes de que el ruso entrara en la Eurocopa de Fórmula Renault, Marko le advirtió sobre el difícil campeonato y le dio la oportunidad de competir en una clase menos difícil. «Pero dije: ‘No, quiero competir en el campeonato más difícil. Y me dejó.»
Pero también sabe que si no hubiera ganado el campeonato menos difícil con superioridad, probablemente lo habrían echado.
Pero Kvyat siempre quiso afrontar el mayor desafío y por eso se enfadó cuando Marko le dijo un año después que debería tener una segunda temporada en la Eurocopa después de su tercer puesto en la general. «Quería pasar a la Fórmula 3», recuerda Kvyat. Pero Marko lo convenció de que sería bueno para su autoconfianza si ganaba unas cuantas carreras más. «Y tenía razón».
Por eso Kvyat, que por cierto puede llamarlo Helmut, no tiene ningún problema con el jefe del programa junior. «Es un personaje interesante, bastante único, bastante duro», dice. Y me pregunto si no le gustaría tener un muñeco de vudú de él a veces. «No creo que eso funcione», se ríe Kvyat.
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