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Por segundo año consecutivo, este Gran Premio nos regaló una muy entretenida carrera. Algo de lluvia, pista mojada, decisiones importantes, grandes duelos, rebases y defensas fueron los principales platillos del día.

Y llegó el Gran Premio de Turquía, no sé exactamente por qué, pero lo esperaba con especial interés. Tal vez por los buenos recuerdos, todavía muy frescos, del Gran Premio del año pasado. Tal vez porque nuevamente se esperaba lluvia, misma que llegó en la cantidad ideal para darle un toquecito extra a la carrera y hacer más interesantes las tomas de decisiones desde boxes. O tal vez, sencillamente, porque sentí que algo muy bueno venía. Y no me equivoqué.

Una salida en general tranquila, salvo por los dos desafortunados toques de Alonso, primero con Gasly, que lo hizo salir de la pista y luego el mismo Alonso con Schumacher, por lo que recibió una sanción. Gasly también recibió una, pero, para Alonso el mal ya estaba hecho, su carrera se complicó demasiado y no le fue posible remontar. Una verdadera lástima porque pintaba para ser una buena carrera para él.

De los dos pilotos que salieron desde el fondo por cambios en sus unidades de potencia, Ricciardo y Sainz, solo uno tuvo un día para recordar. Ricciardo no encontró nunca el ritmo, ni la temprana salida a boxes pudo ayudarlo, se perdió totalmente, este año realmente le está costando; cuando parece haberse encontrado con el auto, vuelve a tener un domingo difícil. Del otro lado, Norris, en una carrera bastante gris, terminó séptimo. En general, no fue un buen día para McLaren. En cambio, Sainz hizo una gran carrera (en la vuelta 9 ya estaba en el lugar 11), se llevó muy merecidamente el título de piloto del día y terminó en la octava posición. Tal vez hubiera podido terminar un poco más adelante, pero una mala parada en boxes lo hizo perder valiosos segundos. Aun así, lo vi bastante satisfecho en las entrevistas después de la carrera. Solo 0.5 puntos lo separan de Leclerc, el duelo más cerrado entre coequiperos (sin contar a los que no tienen puntos, obviamente).

Y para seguir con Ferrari, ayer Charles Leclerc logró sacar una buena vuelta al final de la Q3 que lo catapultó hasta la tercera posición (ganó un lugar con la penalización de Hamilton). Hizo una buena carrera y, desgraciadamente para su causa, perdió el liderato pues se arriesgaron a seguir hasta el final con el mismo juego de neumáticos. Cuando se dieron cuenta de que esto no resultaría ya era tarde, aunque logró salir de boxes por delante de Checo Pérez, terminó perdiendo la posición con él. Si bien las circunstancias fueron diferentes, cómo no pensar en el final de la carrera de 2020. Qué recuerdos habrán pasado por la mente de Leclerc, por segundo año consecutivo acarició el podio para terminar perdiéndolo… con Checo, otra vez. Después de esto, no creo que Turquía esté dentro de sus circuitos preferidos.

No cabe duda de que Bottas no es el mismo. Echó la presión fuera del auto y ahora lo que siento es que corre más por él. Claro, me parece que seguirá ayudando a su equipo, pero se lo ve más relajado y disfrutándolo. Si mantener su butaca lo hacía tal vez detenerse, aceptar situaciones o no hacer ciertas cosas, ahora esa presión se esfumó. Veremos qué tanto aprovecha su flecha plateada en lo que queda de la temporada, después será difícil que lo tengamos nuevamente en un podio y él lo sabe. Y la otra flecha, hoy, tuvo un día de intermitencias. Hamilton salió desde el lugar 11 por la penalización y si bien hizo una buena remontada, entre haber perdido el duelo con Checo y la tardía salida a boxes en completo desacuerdo con su equipo, no logró avanzar más allá de la quinta posición, que incluso estuvo un poco en riesgo con los ataques finales de Gasly. Un quinto lugar que debe saberle a derrota.

Bueno, y llegamos a Red Bull que estuvo en boca de todos desde el jueves con el bello diseño que presentó para homenajear a Honda en la fecha que se hubiera corrido el Gran Premio de Japón. Un homenaje al RA-272, el auto de Richie Ginther que logró la primera victoria para Honda como constructores y motoristas en la Fórmula 1, en el Gran Premio de México y llevando el número 11. “México – #11”, me gustan estas coincidencias, de verdad que sí. Max tuvo un buen fin de semana, con un resultado que le permite retomar la delantera en la lucha por el campeonato de pilotos, tuvo una carrera tranquila, por decirlo así, conservando el lugar con el que salió, sin grandes duelos, ni defensas. Esos… los protagonizó su coequipero. ¿Qué hubiera pasado si Checo no contiene a Hamilton? ¿El podio hubiera sido igual para Max? Sin demeritar la carrera de Verstappen, esta vez, el que brilló fue Checo.

Checo empezó teniendo una gran salida ganando dos posiciones, tomó la primera curva por el interior, durante algunos segundos estuvo alineado con Gasly y Alonso: “Me hicieron sándwich”, se quejó el francés; con el sabido desenlace entre estos dos últimos. Después, todo fue relativa tranquilidad para Checo durante buena parte de la carrera, manteniendo la distancia con Leclerc al frente, sin llegar a atacarlo. Mientras tanto, Hamilton remontaba lugares, se iban a encontrar, lo sabíamos, la pregunta era en qué vuelta. Las condiciones de la pista no cambiaban mucho, el desfile a pits se hacía esperar, parecía que todos querían que alguien más diera el primer paso. A veces llovía un poco en algunas zonas y otras comenzaban a secarse. No era muy evidente la decisión. En algún momento llegué a pensar que sacarían a Checo o a Hamilton antes de que este último intentara el sobrepaso, pero no fue así. Después de rodar algunas vueltas detrás de Checo, Hamilton finalmente atacó. Un ataque que me hizo contener el aliento, cuando parecía que Hamilton ganaba la posición, Checo contraatacaba y viceversa. Tres cardíacas curvas, sí, las mismas tres últimas curvas del circuito en donde Checo estuvo a punto de perder el podio el año pasado (otro déjà vu diría Leclerc), fueron nuevamente testigo de un maravilloso duelo. Luego, la larga recta de salida parecía ser el lugar perfecto para que Hamilton pudiera irse, y sí, logró adelantarlo de nuevo, pero, al llegar a la curva 1, Checo ganó la posición por el interior, misma que ya no soltaría. Sí, estoy feliz, no lo voy a negar, pero, haciendo las preferencias a un lado, lejos de favoritos, de a quién apoyemos en la lucha por los campeonatos y de las rivalidades entre equipos; estas maniobras son las que me hacen levantarme del sillón, emocionarme y recordar por qué me despierto tan feliz un domingo en la mañana. Dos viejos lobos de mar luchando rueda con rueda sin llegar a tocarse, atacando y defendiendo como solo ellos saben hacer, no puede dejar indiferente a nadie. Es algo que se disfruta sea quien sea tu favorito. ¡Qué bella es la Fórmula 1! ¿La cereza del pastel? Faltando unas seis vueltas del final, en otro bello rebase, Checo pasa a Leclerc (que había logrado salir delante de él luego de su tardía parada en boxes), para subir al podio en la tercera posición.

¿Con qué me quedo? Con el podio de Checo, un podio más que merecido que viene a coronar una inteligente carrera, teniendo paciencia en los momentos clave y atacando en los momentos precisos. Espero que esto venga a cortar su mala racha. Tal vez lo que pasó en Sochi fue el detonante necesario para replegarse, hacer un análisis con su equipo y regresar con otra mentalidad. Vi a Checo diferente desde que inició el fin de semana, concentrado y con confianza. Buen domingo para Red Bull, este doble podio en su fin de semana de homenaje a Honda puede ser el impulso que el equipo necesita para retomar fuerza y ganar las batallas restantes en esta lucha por el campeonato. Claro, falta ver qué dice Mercedes.

Y nos vamos a América. Estados Unidos, México y Brasil nos aguardan a la vuelta de la esquina. Y yo, no puedo esperar para estar ahí…

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