Tras la salida del fabricante parisino del Dakar en 2018. Las casas como Mini y Toyota han sido las encargadas de repartirse las victorias, algo que se volverá a repetir, según Sainz
El día 3 de enero en Yeda, se podrá disfrutar del arranque de una nueva edición del Dakar. Y como ya viene siendo habitual en el rally raid más duro del mundo, la lucha por la victoria estará entre la casa de Aichi y los de Plant Oxford, ya que las evoluciones en ambos coche fueron exitosas a pesar de las dificultades vividas en este 2020 por el Covid19.
«Creo que la carrera va a estar entre Toyota y MINI», afirma Sainz.
Carlos cree que a pesar de no contar con superioridad numérica los de Plant Oxford, estos están capacitados para ganar una vez más.
«Toyota hay muchos y MINI solo dos. Los Toyota hablan de una mejora de potencia, de las suspensiones. Ya hemos visto en los dos rallies que hemos hecho que Toyota ha mejorado. La lucha con Nasser va a ser dura. Lo vimos con Nasser yendo cerca y en los tiempos. El año pasado en la Baja nos ganó Yazeed [Al-Rajhi] y el Dakar fue diferente. El Dakar es diferente a las bajas. Es el tercer Dakar con el MINI. El primer año fue de puesta a punto y problemas, el segundo fue excelente y el tercero el coche va a llegar mejor aunque no hayamos podido probar tanto».
Además, Sainz se muestra realista con el proyecto presentado por Prodrive (BRX T1 bautizado como ‘Hunter), ya que estos intentarán llevarse la victoria en la edición 43º con un 4×4 copado por el Bahrain Raid Extrem. Sin olvidar que los encargados de defender estos colores serán Sébastien Loeb y Nani Roma.
«La presencia de Prodrive con Nani Roma y Loeb va a añadir competitividad. Son dos muy buenos pilotos. La reentrada de Loeb sube el plantel de pilotos. Prodrive es súper capaz de hacer un coche ganador y fiable. Es muy difícil ganar en tu primera participación, aunque no digo que sea imposible. Es indudable que por muchos test que hagas, en la carrera pasan sorpresas. El ritmo en carrera es diferente», zanja.
