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Desde que se tomó el tiempo para evaluar su futuro en MotoGP hasta la decisión final, Valentino Rossi dio sus primeros pasos para unirse al equipo satélite Petronas Yamaha.

Desde que anunció su última renovación con Yamaha hace poco más de dos años, Valentino Rossi sigue repitiendo que sólo ampliará su carrera en diciembre si es competitivo. Si consideramos que en 2019 ha subido dos veces al podio y ha terminado séptimo en la clasificación general, está dentro de los parámetros de competitividad. Si en cambio pensamos que un piloto de su nivel debe correr sólo si tiene opciones reales para luchar por el título, es un escenario difícil de repetir.

De todas formas, el paro global causado por la pandemia COVID-19 impedirá que Rossi se ponga a prueba antes de decidir y esta circunstancia le ha llevado a dar un paso adelante y hacer públicas sus intenciones.

Para comunicar su deseo de extender su carrera, il Dottore eligió los canales oficiales del campeonato, para que el mensaje fuera lo más institucional posible y llegara a todos. El piloto dijo: «Espero seguir corriendo el año que viene». La respuesta de Yamaha fue la esperada y Lin Jarvis dijo: «Quiero que Vale continúe por otro año. Terminar de esta manera no sería correcto para un campeón como él».

Después de que la Casa de Iwata anunciara la llegada de Fabio Quartararo al equipo oficial junto con Maverick Viñales a partir de 2021, Valentino Rossi sólo tiene una alternativa para continuar en el campeonato mundial y es firmar por el equipo de Petronas. En su reciente debut en la categoría reina, el equipo satélite de Yamaha desequilibró el statu quo, con Fabio Quartararo terminando quinto en la general, incluso por delante del propio Rossi.

Además de querer obtener el mejor resultado posible, lo cual es un hecho, los responsables del equipo Yamaha Petronas siempre han mantenido que la esencia del proyecto es apostar por los jóvenes pilotos con la intención de acercarlos al equipo oficial de Yamaha. No hay duda de que la llegada de Rossi cuestionaría este principio, pero traería aspectos interesantes en muchas áreas diferentes. Dada la secuencia de acontecimientos de los últimos días, existe la sensación de que Petronas tiene poco margen de maniobra en una operación de la que todas las partes se benefician.

El papel que Valentino Rossi juega en el campeonato mundial es único. No importa que su último título se remonte a 2009, todavía con Yamaha. El color amarillo sigue dominando todos los circuitos del mundo. Nadie reúne tantos fans en gradas y frente a los boxes, ninguna oficina de prensa recibe más solicitudes de entrevistas que la suya. Todo esto todavía lo hace el elemento más atractivo del paddock hoy en día.

Muchos se preguntan qué influencia tendrá su retirada en un producto que sigue usándolo como principal atracción. Hay quienes están convencidos de que el espectáculo en la pista es lo suficientemente fuerte como para no caer en la depresión, pero también hay quienes piensan que nada será igual cuando no haya ningún Rossi y como resultado muchos se alejarán. Por todas estas razones, es lógico que Dorna, promotora del campeonato, presione para la llegada a Petronas.

Luego está Yamaha. Desde su regreso en 2013, después de dos temporadas en Ducati (2011 y 2012), Rossi ha vuelto a ganar carreras en MotoGP. En esa explosiva final de la temporada 2015 en la que los líderes se alinearon con él contra Jorge Lorenzo, su entonces compañero de equipo, estaba claro que el #46 era el elegido del equipo. La despedida del mallorquín y el desinterés de Viñales por discutir el papel protagonista de Rossi reforzaron su liderazgo hasta que la alta dirección de Japón optó por dejarlo fuera del equipo oficial en 2021.

«El riesgo de perder a Quartararo era demasiado grande, por lo que en este caso todos los factores sugerían que Valentino tenía que irse. Hasta ahora no tenía sentido prescindir de él, porque no había ninguna alternativa que nos diera una garantía clara. Hacerlo antes hubiera sido una estupidez, pero si Fabio se hubiera ido las cosas hubieran estado bien para otro fabricante y hubiera sido complicado para Yamaha», esta declaración fue recibida por una de las multiples fuentes que tiene Austosport/Motorsport, aunque dicha fuente prefiere permanecer en el anonimato.

Pero una cosa es descartar a Rossi después de encontrar un piloto que es claramente más rápido y otra muy diferente es arriesgarse a perderlo como embajador e imagen, una maniobra imperdonable en este momento. Aquí es donde la Casa de Iwata tiene interés en ofrecerle un tratamiento que garantice la continuidad incluso después de que se retire de las carreras.

Ninguna de las M1 Petronas tienen piloto para el 2021. La renovación de Franco Morbidelli es considerada como «la opción más segura». Las últimas declaraciones de Rossi presionan a los que tienen que tomar decisiones, empezando por Razlan Razali, el director del equipo, que explica por teléfono: «Todavía no hemos hablado con Vale o su agente. Simplemente lo discutimos con Yamaha y abrimos la puerta a la posibilidad de que corriera con nosotros, aunque es una opción diferente de la idea que teníamos originalmente. Es una maniobra en la que están involucradas muchas personas.»

En este punto, el piloto de Tavullia dice que quiere continuar, Yamaha valida su continuidad y Dorna aplaude implacablemente. Ahora sólo queda saber quién pagará por el compromiso del multicampeón del mundo. El total de las reservas de Quartararo y Morbidelli es de alrededor de un millón de euros al año, una cifra muy inferior al caché del Dottore.

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