El Dakar empieza a llegar a su fin, sin embargo, la tripulación del Mini #300 parece no saber cual es su fin, ya que nuevamente sufrieron problemas en el día de hoy
El madrileño y el catalán cruzaban la línea de meta un día más, aunque en esta ocasión lo haría a +4:12 del tiempo marcado por Yazeed Al Rajhid, debido a nuevas pérdidas de rumbo a lo largo de la etapa. Por lo que sus opciones del ganar su cuarto Dakar son prácticamente nulas, pues la diferencia con respecto a su compañero de equipo Shéphane Peterhansel se extiende hasta 1:03:44.
«Otra vez una etapa complicada de navegación al principio, de las que más de todo el rally. Ahí perdimos ya seis minutos en varios puntos. Luego, ya fuimos con bastante bien ritmo después, pero teniendo que adelantar a muchos coches, porque salíamos muy atrás y cada adelantamiento era un martirio… Acercarte a los 250 metros del sentinel con el polvo que había hoy era difícil», añadía el bicampeón del mundo.
Aunque hasta el rabo todo el toro, y más en el Dakar. Sainz ya tiene la mentalidad de ayudar a su compañero de equipo, debido a que restan 2 etapas para finalizar, y el español se encuentra tercero en la general, ya que el piloto catarí, Nasser Al-Attiyah se encuentra en segunda posición con su Toyota.
«Me imagino que sí, no tendría ningún problema, yendo a una hora por qué no».
Carlos, estará a disposición de lo que le diga el equipo, pues la diferencia de tiempo es insalvable para los «pocos» kilómetros cronometrados que aún quedan por disputar.
«Vamos a ver qué dice el equipo y a ver qué estrategia hacemos. Salimos a cuartos, no es una mala posición»
