La tripulación del Mini #300 rompía todo pronóstico en el día de hoy, ya que tras partir desde la 28ª posición, estos ganaban la etapa
Carlos Sainz auguraba un día cuanto menos complicado para Lucas y él, ya que un pinchazo lento en el día de ayer les obligaba a estos a salir muy atrás. Como ya viene siendo costumbre con el madrileño en el Dakar, Carlos quiso conquistar otra etapa del Touareg, por lo que ganó esta con +0:25 segundos frente al francés Petherhansel.
«Ayer tuvimos un pinchazo al comienzo del Prólogo y perdimos 36 segundos, eso implicó que tuviéramos que salir hoy muy atrás, con el riesgo que genera el rodar detrás el polvo. Aun así, todo fue bastante bien. Hoy, ha sido una etapa difícil, hemos tenido que adelantar a muchos coches», explicó el español tras llegar a meta, que superó a más de 10 vehículos en pista.
«Como el año pasado, los caminos de rocas nos complicaron la vida con un pinchazo en la primera parte de la especial, en torno al kilómetro 70. Después del pinchazo fuimos más tranquilos, pero hubo una nota en el roadbook que no era muy precisa y perdimos unos cuatro minutos allí, yendo de un lado para otro hasta encontrar el camino correcto».
«Mañana el terreno cambiará, nos tocará abrir pista y sabemos que esto nos hará perder algo de tiempo, pero así es el Dakar. Mi estrategia no cambia: el Dakar actual es una carrera al sprint, así que tienes que atacar desde el principio», avisa el madrileño.
«Este es mi tercer año con MINI, así que me siento cómodo. Lo más importante es el hecho de tener la combinación perfecta coche-piloto-copiloto. Conozco a Lucas muy bien y hoy hizo un gran trabajo con el roadbook digital. Recibirlo justo antes de salir es una incógnita extra, pero usamos nuestra experiencia e intuición cuando fue más complicado», remachó.
