El alemán no ha tenido más remedio que reconocer el alivio que ha supuesto que no hubiera fans presenciando en directo como los dos Ferrari abandonaban en la carrera.
Ferrari ha tenido otro fin de semana negro, peor que el de Bélgica. Vettel no pasó de la Q1 y el domingo ni él ni su compañero Leclerc vieron la bandera a cuadros. El ex de Red Bull sufrió un fallo en los frenos en la primera chicane y se llevó por delante los carteles que marcaban el zig zag de la esapatoria, mientras que Leclerc tuvo una salida en la curva Parabólica y se estrelló de lleno contra las protecciones, causando una bandera roja.
Tras el desastre de la carrera, Vettel reconoció «que este año es muy diferente y creo que probablemente en ese sentido es bueno que no haya fans», dijo. «La vida es así. Siempre depende de dónde se mire, y creo que aunque en este momento profesionalmente no hay muchas cosas buenas, siempre hay algunas positivas. Así que es sólo una cuestión de en qué te concentras. Tenemos que mantener la cabeza alta y esperar a la semana que viene para ver los aspectos positivos, aunque sean muy pocos.»
Vettel reconoció que tuvo suerte de que sus frenos fallaran en la entrada de la primera chicane, porque estaba la escapatoria que le permitió frenar sin demasiado peligro, y no acabó como sí lo hizo su compañero Leclerc: «un fallo así en realidad lo peor, pero al menos ocurrió en el mejor lugar. Así que si ocurre en otro lugar no es tan agradable. Perdí completamente la presión en el pedal y me fui recto. En las vueltas antes de tener problemas, estuvimos cuidando los frenos pero no me sentí nada cómodo. Tenemos que entender por qué sucedió, nunca he tenido un fallo de frenos como ese».
Como hemos dicho, no sólo Vettel tuvo un mal día. También su compañero de equipo, ya que un error en la vuelta después de que el SC se marchase tras el abandono de Magnussen provocó una bandera roja.
«Acabo de perder el coche», dijo. «Es mi culpa y fue una carrera muy difícil para ser honesto, ya que luché mucho en el primer juego de neumáticos. Entonces pensé que no tuvimos suerte con el coche de seguridad, pero, con el pitlane cerrado, tuvimos mucha suerte. Luego, con los neumáticos duros, tuve un gran problema. Traté de empujar pero lo perdí en Parabolica y me estrellé.»
El impacto fue muy fuerte y obligó a Leclerc a visitar el centro médico, donde le dieron el visto bueno, con la esperanza de no verse afectado para la carrera del próximo fin de semana en Mugello. «Me siento muy bien. Un poco de dolor aquí y allá, pero debería estar bien. Es normal, ya que el accidente fue bastante grande, pero me siento bien.»
