Il Dottore hoy sufrió grandes problemas de agarre trasero y en el FP2 se desplomó hasta el 20º lugar. Se necesita urgentemente una solución, pero no es fácil
Valentino Rossi ya había comenzado con el pie derecho este fin de semana en Jerez, con el tercer tiempo más rápido en la sesión de test de la mañana del miércoles. Sin embargo, de sesión en sesión, la situación fue empeorando hasta que en el FP2 se derrumbó, terminando en la 20ª posición.
Pero el de Pesaro señaló inmediatamente que en realidad el rendimiento de hace dos días era ilusorio y que por desgracia es mucho más realista el de hoy, porque no puede ser rápido en su Yamaha, tiene problemas de agarre en la parte trasera, especialmente cuando la temperatura aumenta.
«En realidad no ha cambiado tanto. El miércoles por la mañana pude hacer una buena vuelta, pero ya estábamos sufriendo a nivel del ritmo. Por la mañana estoy un poco más cerca, pero por la tarde, cuando la temperatura sube, tengo más dificultades. Ahora estamos trabajando para tratar de mejorar la situación, para tener un poco más de agarre trasero para ser más rápido, porque nunca he sido más rápido hoy», dijo Valentino.
Sobre el trabajo que hizo con sus chicos hoy, añadió: «Intentamos mejorar la moto en la frenada y lo conseguimos porque ahora no está tan mal. Pero estoy luchando con la aceleración y no puedo salir de las curvas muy fuerte. Por la tarde intentamos hacer algunas cosas pero no mejoramos lo suficiente. Al final estamos todos muy cerca: por la tarde terminé a un segundo y fui tercero en último lugar».
La esperanza sería, obviamente, poder aparecer en el FP3 para entrar directamente en el Q2, aunque es pesimista lo ve muy complicado en este momento: «Debemos intentar averiguar cómo mejorar, también porque mañana por la mañana hay un cambio muy importante. Debemos tratar de mantenernos entre los diez primeros, pero considerando mi desempeño de hoy será difícil. Pero sería muy importante».
Como los problemas que se han arrastrado durante algunas temporadas ahora terminan siendo los mismos, se le preguntó al de Pesaro si los cambios que su equipo podría tener el próximo año no podrían representar una nueva ola. Pero ha defendido a sus chicos, empezando por el técnico jefe David Muñoz.
«Con David empezamos a trabajar juntos muy recientemente. Sólo hicimos los test de invierno y esta es la primera carrera. Lleva algún tiempo y tenemos que ver si podemos resolver estos problemas juntos. Ese es el objetivo. Las cosas cambian muy rápidamente aquí, así que tenemos que averiguar cómo hacerlo mejor juntos y estamos trabajando para ello».
Fabio Quartararo, por ejemplo, dijo que encontró a la M1 2020 un poco más complicada que su antecesora, aunque para el #46 el problema no es ese.
«Honestamente no siento mucha diferencia y seguro que el 2020 es ‘más joven’. Así que, tal vez necesitamos un poco más de tiempo y un poco más de kilometraje para afinarlo. Pero mi problema sigue siendo muy similar al del año pasado. Donde más sufro es el agarre y la temperatura del neumático trasero. Así que tenemos que entender y trabajar.
